Dulce Pontes trajo el fado al Festival Musitemático de La Orotava, fiel a su cita anual.
Fado a ritmo de piano, con mucho demasiado humo de fondo para un espacio cerrado.
Pero todo desapareció desde que comenzó a cantar con esa voz poderosa, versátil, dramática y con la calidez emotiva de la que hace gala.
El Teobaldo Power enmudeció. Silencio únicamente interrumpido por los aplausos entre canción y canción.
Dulce Pontes hace y deshace lo que quiere con su voz. La maneja como cualquier otro instrumento aplicando las notas necesarias para expresar lo q ue quiere en cada momento. Es desgarradoramente suave y te envuelve con ella.
Deleitó al público que abarrotó el Teobaldo Power tocando el piano y cantando durante unos temas, luego cantó acompañada de su banda.
La mayoría de artistas beben agua -o algo fresco- me llamó la atención que Dulce tuviera una taza humeante para beber en su piano.